I. Introducción
⌅El tema ambiental no puede ser una cuestión exclusiva de los ambientalistas. Al ser medioambiente aquello donde se vive, y de lo que se vive, se tiene necesidad de admitirlo e incluirlo en todas las esferas. Esto no puede hacerse de forma espontánea, depende de los conocimientos, la reflexión y la creación de una percepción, una conciencia, un comportamiento, en síntesis, de un imaginario ambiental. Se necesita de una nueva conciencia, una nueva cultura simbólica, de una nueva espiritualidad.
El camino a recorrer es, por tanto, largo y difícil. Exige creatividad y una nueva ética del conocimiento, que promueva la puesta en marcha de una nueva sociedad ambientalmente compatible [Alcántara et al., 2017].
El turismo se ha convertido en la actividad económica más importante del mundo. Por ello, dada su importancia actual y futura, y atendiendo tanto a los problemas ambientales que puede causar como a su potencial para el desarrollo socio-económico, es necesario proveer a los responsables políticos y técnicos de herramientas que les ayuden a desarrollar en sus territorios actividades desde la perspectiva de la sostenibilidad [Diputación de Valencia, 2021Diputación de Valencia (2021). Manual de turismo sostenible. Disponible en https://studylib.es/doc/5561810/ Revisado 10/2021.].
La creciente repercusión económica y social del turismo, y especialmente del turismo relacionado con el ocio y la actividad física en el medio natural, ha favorecido la aparición de iniciativas empresariales que han experimentado un rápido crecimiento en los últimos años. En este proceso se han dado una serie de circunstancias propias de una actividad emergente, que han dificultado su planificación y estructuración. Estas son la estacionalidad, la falta de un criterio unitario en las normativas que reglamentan esta actividad, la aparición de nuevas actividades derivadas de la innovación en materiales técnico-deportivos y la simultaneidad de los conceptos de ocio, turismo y deporte [García, 2010García Saura, Pilar Juana (2010). «Turismo activo y medioambiente: una implicación necesaria. Aspectos jurídicos». Cuadernos de Turismo, núm. 26, 2010, pp. 153-176 Universidad de Murcia, Murcia, España Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=3981702000.].
El turismo es una actividad económica, la cual se ha ido encaminando a lograr un desarrollo sostenible, minimizando los impactos negativos que el hombre causa a la naturaleza. Para ello su desarrollo se ha dirigido en función de lograr una Gestión Medio Ambiental dirigida a la sostenibilidad, logrando así introducir nuevas ofertas como el ecoturismo, turismo verde, turismo sostenible u otras, similares, que buscan la calidad medioambiental.
El turismo ecológico o ecoturismo se basa en un conjunto de actividades relacionadas cuya eficiencia y competitividad depende fundamentalmente de la acción colectiva de actores privados y públicos, así como de una adecuada gestión de los recursos naturales [Acuña et al., 1998Acuña, M. y D. Villalobos (1998). «Ecoturismo en Costa Rica: Competitividad y sostenibilidad». http://www.una.ac.cr/ambi/AmbienTico/98/acuna.htm Consultado el 06- 2020.].
Los atractivos socioculturales, políticos, naturales y artificiales permiten el desarrollo del turismo. Su desempeño económico, social y ambiental demanda una amplia comprensión, con el propósito de establecer los límites dentro de los cuales sea posible su adecuada gestión con respecto al ambiente. En general, los diversos impactos negativos que se le atribuyen al turismo son resultado de un sobredimensionamiento de esta actividad con respecto a la capacidad de carga que pueden soportar tales atractivos turísticos. Esto se ha debido, principalmente, a la incapacidad del Estado de velar por el cumplimiento de la legislación ambiental, lo que ha provocado un desarrollo sin planificación de los proyectos turísticos.
El desarrollo del turismo trasciende los límites en los que ya no es posible evitar impactos negativos (el problema del manejo de los desechos sólidos, la contaminación ambiental, entre otros), incluso algunos de carácter irreversible, que paradójicamente dañan los atractivos, razón de ser de dicha actividad [Chen, 2017Chen Mok, Susan (2017). «Turismo y ambiente: un potencial para el desarrollo económico para Costa Rica». Reflexiones, vol. 84, núm. 2, 2017, pp. 25-37 Universidad de Costa Rica, San José, Costa Rica, Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72920803002.].
El sector turístico desarrolla un sinfín de actividades y servicios: alojamiento, restauración, transporte, diseño y comercialización, y múltiples actividades recreativas y culturales. Todas ellas tienen una gran importancia en el desarrollo económico y social. Pero para poderlas llevar a cabo precisamos de un medioambiente de calidad, cada vez más demandado por los turistas, y de unas estrategias que permitan desarrollar la actividad turística con visión de futuro. La puesta en marcha de proyectos turísticos sostenibles favorece la conservación y mejora de los recursos naturales y culturales y, por tanto, el mantenimiento del potencial económico para las próximas generaciones [Vargas et al., 2015Vargas, A., R. M. Vaca y García de Soto (2015). «Sostenibilidad de la empresa hotelera: indicadores para su medición», 2015. {12-03-09 16:38}.].
Teniendo en cuenta los impactos negativos generados al medioambiente es necesario enfatizar en acciones que logren minimizar los residuos y las emisiones que afectan la naturaleza. Para ello no se requiere de grandes inversiones, sino solamente de cambios de organización en los procesos, de cambios en la mentalidad en las personas, en fin, de actuaciones a través de instrumentos que favorezcan al medioambiente como las Buenas Prácticas Ambientales (BPA).
En Cuba, el Destino Turístico Jardines del Rey busca adoptar criterios de planificación y ordenamiento turísticos encaminados a hacer más compatible su desarrollo con el medioambiente, o sea, criterios de sostenibilidad que logren el necesario equilibrio entre la economía, la sociedad y el medioambiente.
Entre los instrumentos aplicados más comunes se encuentran: los códigos de conducta, las Buenas Prácticas Ambientales (BPMA) y los indicadores ambientales; estos no son más que partes del Sistema de Gestión Ambiental que se crea en cada organización en busca de la conservación y preservación de los recursos naturales. Se puede afirmar que las BPMA buscan minimizar los principales impactos ambientales derivados de la actividad empresarial, priorizando entre ellos el consumo de energía, de agua, de materias primas y la generación de residuos. Pretende mejorar la Gestión Ambiental de una Compañía en función de sus principales impactos ambientales, tratando de establecer líneas de actuación para reducir estos a través de cambios en los procesos.
Las Buenas Prácticas Ambientales son realmente útiles por su simplicidad y bajo costo, así como por los rápidos y sorprendentes resultados que se obtienen. Requieren sobre todo del cambio de la actitud de las personas y en la organización de las operaciones.
La conservación del desarrollo sostenible en el sector turístico
⌅La demanda turística está siendo dirigida hacia la preservación de los ecosistemas locales, al consumo de recursos naturales y al control de emisiones y residuos. Los clientes no prestan atención a todos los aspectos ambientales, sino a aquellos que están a su vista e influyen de forma directa en sus percepciones, la limpieza de playas, recogida de residuales sólidos, limpieza de las habitaciones, manejo y conservación de alimentos, entre otros. No tienen en cuenta aspectos tan importantes como el consumo excesivo de agua en las habitaciones, el uso de envases desechables, el gasto innecesario de energía eléctrica, el cambio constante de toallas y sábanas que aún están limpias, y otros aspectos que resultan preocupantes en hoteles que deciden poner en práctica medidas para la conservación y cuidado del medioambiente.
Un buen Sistema de Gestión Medio Ambiental puede conducir a la reducción del consumo de energía y agua potable, a minimizar el efecto medioambiental de los emisores atmosféricos, ruidos, vertidos de agua, a racionalizar y ahorrar el consumo de materias primas y recursos naturales, y a mejorar la imagen de la empresa frente a la competencia, entre otros beneficios.
La Agenda 21, en el programa de acción adoptado por la Cumbre de Río de Janeiro en 1992, identificó al sector de los viajes y el turismo como una de las pocas industrias que poseen el potencial de realizar una contribución positiva a la sostenibilidad de la vida en el planeta (UNDSD, 1992). Esto es debido a que el turismo crea incentivos económicos para proteger recursos que de otro modo carecen de valor en el mercado; genera trabajo en el destino, exige contribución de infraestructuras que benefician por igual a residentes y visitantes por lo que recibe importantes medios de casi todos los sectores, pudiendo asumir el papel de liderazgo en la adopción de planteamientos sostenibles al presionar a sus proveedores para que les suministren bienes y servicios obtenidos, a su vez, de forma sostenible.
A fines del siglo XX aparece el concepto de desarrollo sostenible como un nuevo y ambicioso objetivo para guiar a la humanidad en su afán de crecimiento y supervivencia. Se trata de un concepto que ofrece una visión de futuro para afrontar los progresivos problemas del deterioro ambiental y de la distribución desigual de los recursos, y es acogido con gran éxito por la comunidad internacional. Por lo que se define como Desarrollo Sostenible al amplio objetivo político que incluye la intención de evitar aquellas actividades que podrían causar daños al medioambiente a largo plazo, y al deseo de garantizar una calidad de vida adecuada a las generaciones presentes y futuras.
II. Materiales y métodos
⌅La aplicación de los instrumentos voluntarios de Gestión Ambiental en instalaciones hoteleras
⌅Los Sistemas de Gestión Ambiental (SGA) surgieron en la década de los 90 como consecuencia del éxito de la serie de normas ISO 9000 para Sistemas de Gestión de la calidad, y por consiguiente se crea la Norma internacional ISO 14001: Sistema de Gestión Ambiental. Según estas, los SGA constituyen la parte del sistema de Gestión Global de una organización que incluye la estructura organizativa, la planificación de las operaciones, las responsabilidades, las prácticas, los procedimientos, procesos y recursos para desarrollar, implantar, llevar a efecto, revisar y mantener al día la política Medioambiental de las organizaciones.
Los SGA ofrecen un instrumento estructurado y sistemático para incorporar la variable ambiental a todos los aspectos de gestión de empresa, ya que representa la parte del sistema general de gestión que incluye la estructura organizativa, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos para desarrollar, aplicar, alcanzar, revisar y mantener la política ambiental.
Se trata de un plan estratégico que determina los objetivos y metas a corto, medio y largo plazo y coordina los recursos humanos, técnicos y económicos necesarios para su conservación. Un SGA permite a las empresas evaluar y mejorar su comportamiento ambiental y difundir la información correspondiente al público y a otras partes interesadas.
La introducción de las Buenas Prácticas Ambientales pretende conseguir un cambio de hábitos y costumbres del personal en todos los puestos de trabajo de la empresa. En los hoteles que han implementado las Buenas Prácticas se ha observado que en ocasiones los trabajadores han considerado las nuevas tareas ambientales como una amenaza o carga adicional de trabajo. En cambio, varios hoteles manifiestan que el escepticismo inicial ha disminuido a medida que se realizaron actividades de comunicación y formación adecuadas.
Pero el proceso de traducir la información recibida en un cambio de comportamiento es muy complejo y depende de muchos factores. La sensibilización alcanzada por los programas de comunicación y formación suele generar un cambio inicial en el comportamiento ambiental de los empleados. El problema que se presenta es con la permanencia de este cambio y conseguir que las Buenas Prácticas Ambientales puedan ser incorporadas en las prácticas habituales de trabajo.
En Cuba se establece un Sistema para el Reconocimiento Ambiental Nacional adoptado en la Resolución 27/2000, la cual es redactada por un acuerdo del Consejo de Estado en conjunto con la Ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Este es un sistema de inspección ambiental estatal con acciones de concertación, de autorregulación y de compromisos voluntarios por parte de las personas naturales o jurídicas, cuya actividad pueda repercutir de manera significativa sobre el medioambiente.
Los objetivos que establece dicho reconocimiento son: Incentivar la mejora continua del desempeño productivo y ambiental de las entidades involucradas y de esta manera contribuir a la solución de los principales problemas ambientales del país; favorecer el cumplimiento de los objetivos económico-sociales de la entidad sobre bases sustentables; contribuir a mejorar la imagen de la entidad y de los productos o servicios que comercializa; promover el cumplimiento de la legislación ambiental y las normas técnicas vigentes como requisito básico para alcanzar metas superiores; facilitar la participación de todos aquellos que deseen lograr mejoras sustanciales en la conservación del medioambiente.
Caracterización del Hotel Club Villa Cojímar
⌅Con el surgimiento del Destino Turístico Jardines del Rey se inicia en la provincia de Ciego de Ávila la etapa moderna de desarrollo del Turismo.
La actividad turística de la Cayería Norte de esta provincia comienza en 1985, con la apertura de 8 habitaciones en tierra y 12 en el hotel flotante (patana acondicionada con este fin) y a cuyo conjunto se le denominó «Club Náutico Cayo Guillermo» (terreno en el cual se encuentra hoy ubicado el Hotel Club Villa Cojímar). Esta instalación recibía en su mayoría turismo italiano atraído por los altos valores naturales del mismo y su virginidad.
El proceso inversionista finalizó en 1995 al completarse las 212 habitaciones que conforman la instalación hasta la actualidad. En sus inicios esta funcionó con categoría 4 estrellas (1993-2000), y fue administrada por la firma italiana Flamingo en su primera etapa (60 hab.); y pasó a la firma Venta Club (también italiana), al ser terminada la fase final de construcción, hasta el año 2000, momento en que la instalación asumió administración propia, primera en el destino. Esto implicó cambios significativos como:
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El Hotel Club Villa Cojímar comienza a ser comercializado con categoría 3 estrellas, único del destino con esta condición.
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Deja de ser una instalación especializada en el turismo italiano para comenzar a operar con los turoperadores que comercializaban el resto de las instalaciones, y comienzan a recibir turismo canadiense e inglés, fundamentalmente.
Todo esto trajo consigo efectos negativos en la comercialización debido a que el hotel estaba previsto para atender al mercado italiano para el cual se contaba con experiencia, no siendo así para mercados de tipo canadiense e inglés, de los cuales no se conocían sus gustos y necesidades; por lo que la entidad se enfrentó con problemas vinculados a la reducción de los niveles de ocupación, ingresos, elevación de los costos y al enfrentamiento a las barreras comunicativas por tener bajo dominio del idioma inglés.
A esto se suma que la actividad turística está llamada a ser protagonista en la lucha por crear valores medioambientales entre sus trabajadores y que ellos influyan en sus comunidades de residencias, con el fin de crear una cultura eficaz para la conservación y cuidado del medioambiente y de cuya materia se desconocía cómo actuar mejor; todo ello conllevó a un creciente deterioro del entorno natural del Hotel y de su imagen ambiental.
En Cuba se han adoptado y aplicado una serie de medidas que van desde la creación de un ministerio para atender esa actividad, hasta la instauración de un Reconocimiento Ambiental con carácter nacional para las entidades que más se destaquen, sustentado todo ello en un ambicioso programa de educación ambiental enfocado principalmente hacia las nuevas generaciones.
III. Resultados y discusión
⌅Propuesta de un programa de Buenas Prácticas en el Hotel Club Villa Cojímar. Matriz DAFO
⌅El hotel aplica un Sistema de Gestión Ambiental dentro del cual se lleva a cabo un Sistema de Tratamiento de Residuales y se emplea una Guía de Control medioambiental con inspecciones periódicas. Posee hermosas áreas verdes, con una vegetación variada, en su mayoría autóctona del lugar y muy bien conservada. Cuenta con personal capacitado y responsable en las áreas verdes, que poseen un amplio conocimiento de cómo cuidar y preservar la vegetación existente en la instalación. El hotel se encuentra inmerso en el proceso de perfeccionamiento empresarial y en cuyo expediente se aborda el tema del medioambiente, por lo que se establece la nueva política medioambiental que ha de seguir. Desarrolló un Sistema de Manejo Higiénico Alimentario y se puso en aplicación. El tipo de agua utilizada para el riego proviene de la Planta de aguas residuales existente en el propio cayo, a la cual se le realizan exámenes periódicos en el laboratorio de Ciego de Ávila.
No se cuenta con un personal que se ocupe de velar porque se cumplan las medidas establecidas en el hotel de forma sistemática. Falta de capacitación medioambiental a sus trabajadores. Falta de concientización, tanto en directivos como en trabajadores, para que estos incidan positivamente en acciones favorables al medioambiente, logrando que el criterio medioambiental impere por encima del económico. No se emplean eficientemente las medidas medioambientales ya vigentes. No existe un sistema de estimulación a trabajadores cumplidores en materia de medioambiente.
La existencia en otros hoteles internacionales de días verdes o de días feriados donde se realizan actividades a favor del medioambiente como son la siembra de árboles y charlas comunicativas que abordan la temática. En Cuba ya existen hoteles que realizan acciones en función de una buena estrategia medioambiental, e incluso que poseen reconocimiento ambiental, uno en este destino, Meliá Coco. Existen hoteles en esta propia área geográfica con estrategias bien concebidas y desarrolladas en materia de medioambiente.
Con la aplicación de Buenas Prácticas Medio Ambientales el Hotel puede lograr su diferenciación en el destino, y así lograr captar mejores mercados y con mayor demanda. Los trabajadores del turismo cuentan con una entidad para la formación y superación de los trabajadores, durante el período de baja turística, donde la temática de medioambiente puede ser abordada con profundidad. Usar la publicidad para que los clientes al arribar al hotel conozcan qué medidas se realizan a favor del medioambiente, y que estos sean eficaces contribuyentes en su realización. El Sistema HACCP permite al cliente tener buena confiabilidad en cuanto a los alimentos que consume. La presencia en Cayo Guillermo de una planta de tratamiento de aguas residuales.
Estrategia actual
⌅Se desconectan las luces y equipos eléctricos cuando no se están usando. Se controla la calidad de la mercancía que llega al almacén. Se controla el nivel de ruido que se produce al realizar labores. Se clasifican los desechos generados, aunque esto no siempre se realiza correctamente, ni son controlados sistemáticamente. Utilización del riego a partir de la Planta de Aguas residuales. Se verifica la limpieza de todas las áreas del Hotel. El abono utilizado en las jardinerías es orgánico, humus de lombriz. En el Hotel se mantiene un trabajo constante de mejoramiento y conservación del área de duna, pero presenta problemas con las pasarelas al estar mal construidas. En general, el estado de las áreas verdes y la jardinería es bueno, a pesar de no contar con nuevas tecnologías, solamente cuentan con mangueras para el riego. El tratamiento fitosanitario se aplica de forma preventiva ante la aparición de algún tipo de plaga aplicándose en el mayor por ciento productos biológicos como: bacilo fumíguese, metarrisco letanis, vauberia vaciana. Cuando las circunstancias lo requieren y en menor cuantía se aplican algunas plaguicidas de carácter benigno como karate, cipermetrina, calboryl y rudomil.
Estrategia a desarrollar
⌅Contar con un personal encargado de verificar la clasificación y recogida de los desechos sólidos diariamente. Aumentar el número de tanques de recogida de desechos. Rescatar la duna perdida por la construcción de habitaciones, mediante la inyección de arena. Aplicación de un sistema de Buenas Prácticas Medio Ambientales. Brindar información diaria a los trabajadores en materia de medioambiente. Que el Hotel cuente con un local señalizado para el reciclaje, que sea conocimiento tanto de trabajadores como de clientes para así contribuir a una mayor participación de ambos. La planificación de estrategias para la identificación de los problemas ambientales que puedan producir impactos negativos sobre el medioambiente. Centrar las acciones encaminadas al ahorro y preservación de uno de los recursos ambientales más preciados e imprescindibles: el agua. Tomar la decisión por la gerencia del Hotel de someterse temprana y voluntariamente a un proceso de diagnóstico y verificación para demostrar su responsabilidad ambiental, apuntando hacia una actitud sostenible en la explotación de los recursos turísticos. Desarrollar proyectos medioambientales que sean publicados en folletos y carteles con información medioambiental de interés, y en el sitio Web del hotel. Utilizar medios de información creativos (como paredes, árboles y pizarras) para informar a sus clientes sobre asuntos medioambientales internos y sobre recursos y paisajes naturales de la zona. Realizar campañas en el Hotel que permitan trasmitir el mensaje a los huéspedes. Actividades (en especial las dirigidas a los niños) y visitas guiadas a los jardines y las cocinas que ayuden a los huéspedes a entender cómo funciona el Hotel; también, organizar campañas de plantación de árboles.
A partir de obtener el diagnóstico estratégico y haber definido las principales características internas y externas de esta organización, se elaboró la matriz de impactos cruzados con la participación del Consejo de Dirección, mediante el método empírico Grupo focal, quedando como resultado que Mini-mini es mayor que Maxi-maxi por lo que la matriz de impactos cruzados es favorable, ya que las limitantes no obstruyen el desarrollo positivo de las fortalezas y las oportunidades, pero si es necesario crear en la mente de todos una cultura favorable al desarrollo exitoso y real de las medidas ambientales.
Propuesta de un programa de Buenas Prácticas Ambientales
⌅La realización de este programa de actividades estuvo enmarcada en la bibliografía Manual de Buenas Prácticas para la conservación del medioambiente en instalaciones turísticas ubicadas en ecosistemas costeros de Lorenzo D. Castillo Sánchez, La Habana, 2004 [Castillo et al., 2004Castillo, Lorenzo D. Sánchez (2004). Manual de Buenas Prácticas para la conservación del Medioambiente en instalaciones turísticas ubicadas en ecosistemas costeros. La Habana. ].
Las actividades que se programaron estuvieron orientadas a sensibilizar primeramente a los trabajadores en cuanto a la importancia de crear en el Hotel un turismo sostenible, por lo que las primeras actividades están encaminadas a los recursos humanos del propio hotel. Seguidamente se tomaron medidas de corte energético, tan necesarias hoy debido a la crisis que atraviesa el mundo, no estando Cuba exenta de esta problemática. Después fue vital crear medidas en el ámbito hidrológico en función de minimizar las pérdidas del consumo de agua potable, recurso limitado en el destino. El Eco-consumo es una vía saludable que contribuye a reducir las pérdidas irreversibles de los recursos naturales y conlleva a un mejor desempeño medioambiental, contribuyendo a su excelencia organizacional en materia del entorno natural. Una recogida y clasificación de residuos tanto sólidos como líquidos de forma inconsciente ha provocado con el decursar de los años grandes contaminaciones al medioambiente, que pueden llegar a provocar en este la destrucción de recursos terrestres, biológicos, acuáticos, atmosféricos, en fin, de recursos indispensables para la vida en el planeta; por eso las próximas medidas están encaminadas a reducir estos impactos. Para el ruido y la iluminación, que fueron las últimas actividades que se propusieron, no por ello dejan de ser importantes, pues afectan el confort de los clientes y fueron descubiertos durante las encuestas y la observación.
IV. Conclusiones
⌅Las Buenas Prácticas Ambientales han de influir positivamente en el Hotel no solo desde el punto de vista medioambiental sino también desde el punto de vista económico, pues repercuten en el ahorro de energía eléctrica, en el consumo de agua y en la reducción de insatisfacciones de los clientes.
La propuesta de aplicación de las Buenas Prácticas Ambientales en el Hotel no requiere de grandes inversiones, sino de la voluntad y disposición de clientes internos y externos.
La aplicación correcta de las Buenas Prácticas Ambientales trae consigo beneficios adicionales en la diferenciación y comercialización del Hotel.